Un profesional de la asesoría fiscal y contable es el que guía a las personas autónomas y a las empresas en sus obligaciones fiscales. También, les ayuda en otras actividades relacionadas a la organización y administración de su compañía. Generalmente, este profesional trabaja como independiente o como empleado de una asesoría fiscal, que juega un papel diferente a una gestoría. ¿Quieres saber qué otras responsabilidades tienes? Sigue leyendo o aprende más con nuestro Máster en Gestión Contable para Auditoría.

¿De qué se encarga la asesoría fiscal?

La tarea principal de un asesor es atender las obligaciones fiscales de clientes autónomos, empresas y particulares. Sin embargo, su función no solo se resume a eso, en la asesoría fiscal hay diversos tipos de asesores. Están los que solo cumplimentan liquidaciones tributarias o los que ofrecen una atención integral, involucrándose en el óptimo desarrollo del negocio de sus clientes. Por ello, otras responsabilidades que debe atender son:

  • Asesoramiento en administración y gestión de organizaciones.
  • Acompañamiento fiscal y contable a personas emprendedoras.
  • Gestión de alta y baja de la actividad económica en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social.
  • Selección de la forma jurídica de una empresa (Sociedad Limitada, Sociedad Anónima, etc.).
  • Representación en tribunales o en la Agencia Tributaria en procesos fiscales.
  • Contabilidad, nominas y salarios de empresas.
  • Elaboración de balances e informes contables.
  • Declaraciones fiscales periódicas.
  • Planificación de activos y patrimonio.
  • Cumplimentación de liquidaciones tributarias en tiempo y forma.

Responsabilidad de un asesor fiscal

Cuando un asesor fiscal no cumple con el servicio adecuado o incumple sus responsabilidades profesionales puede tener diversas consecuencias. Estas se resumen en tributarias, penales y civiles para sus clientes. Por esta razón, la Ley General Tributaria (artículo 42.1.a) especifica las acciones que se podrían llevar acabo en una mala gestión en la asesoría fiscal:

  • Responsabilidad tributaria para un cliente. Será responsable conjunto si es partícipe de manera activa en la acción de infracciones fiscales. Dicha responsabilidad solidaría también involucra a la sanción.
  • Falta de responsabilidad penal. En este caso, aunque sea el contribuyente la persona responsable penal de haber cometido una infracción tributaria, el asesor fiscal puede afectarse. Esto sería así se se llega a demostrar que su relación o involucramiento ha sido necesaria para la ejecución de tal delito.
  • Consecuencias civil. Una falta de atención o un servicio negligente puede traer consecuencias del asesor frente a su cliente. Sin embargo, muchas veces eso no implica que deba sumir el riesgo o sanciones con las que su cliente debe cargar a la Administración Tributaria.

Sin embargo, un buen asesor siempre buscará actuar de la manera correcta y dentro de la legalidad. Y es que un buen profesional evita riesgos que acaben generando conflictos o carga fiscales a sus clientes. Así, no dañan su imagen pública y se ahorran los malos registros o problemas con Hacienda.