La contabilidad tiene varias ramas de estudio y una de ellas es la contabilidad fiscal. Con ella se pueden controlar y supervisar los compromisos tributarios de una empresa. También, es posible detectar, evaluar y producir el pago de impuestos de la misma. ¿Te gustaría saber más del tema y crecer profesionalmente en este ámbito? Sigue leyendo nuestro blog y consulta nuestro Máster en Gestión Contable.
Índice de contenidos
¿En qué consiste la contabilidad fiscal?
El contable fiscal realiza toda práctica de contabilidad que esté relacionada con el tratamiento de obligaciones en materia de impuestos de una empresa. Según el tipo de compañía, habrá un enfoque de este tipo de contabilidad diferente. La razón de esto es que dependiendo del sector en el que esté y del producto que ofrezca encontrará un área de obligaciones impositivas diferentes.
En ese sentido, está claro que la fiscalidad es una parte esencial cuando se quiere establecer una sociedad mercantil en un lugar en específico.
Objetivo un contable fiscal
El profesional que realiza la contabilidad fiscal, justifica las retenciones practicadas por la empresa durante un tiempo en específico y que deben presentarse a la hacienda pública. Por ejemplo, el IVA que se declara cada tres meses por una tienda de ropa.
De la misma manera, da ayuda corporativa al pago de diferentes impuestos a los que se enfrenta la empresa. Esto podría ser el Impuesto de sucesiones o el pago de autónomos en casos de sociedades unipersonales. Sin embargo, todo esto dependerá de la ley de cada país.
Características de la contabilidad fiscal
Además de todo lo presentado anteriormente, esta rama de la contabilidad realiza los siguientes puntos:
- Varia según el régimen tributario o la normativa fiscal de territorio en el que desarrolla su actividad económica la compañía.
- El contable fiscal desarrolla su trabajo de mano del departamento jurídico de la empresa. De manera interna o externa, representa una mayor eficiencia de la actualidad de la normativa tributaria y del derecho mercantil.
- La presentación de la contabilidad fiscal se ajusta a los modelos que se establecen por la Administración para una mayor facilidad.