Al contener varios tipos de conceptos salariales, entender una nómina puede ser un reto para muchos. Para hacerlo fácil te presentamos una guía completa sobre cómo interpretar todas las partes de una nómina y verificar que todo esté correcto. ¿Quieres enfocarte a la gestión laboral? A través de este tutorial podrás empezar a familiarizarte con una cuestión básica en este ámbito de la administración, pero para profundizar en este y otros temas relacionados, te recomendamos especializarte con el máster en seguros sociales, nóminas, finiquitos y contratos, impartido en Escuela de Postgrado de Economía y Finanzas.

¿Qué es una nómina?

Una nómina es el recibo del pago del salario que una empresa proporciona a sus empleados. Legalmente, este documento acredita el cumplimiento de las obligaciones contractuales.

Como certificado, una nómina debe incluir todas las cantidades económicas, tanto las  abonadas como los descuentos pertinentes que se destinan a un fondo público (como la Seguridad Social) o privado (como un plan de pensiones).

En caso de inspección por parte de la Agencia Tributaria, este organismo puede solicitar la copia de las nóminas para comprobar si los ingresos coinciden con la cantidad declarada.

¿Cuáles son las partes de una nómina?

Una nómina estándar consta de tres bloques principales y dos complementarios. Para comprender todas las áreas que conforman este documento, así como los códigos salariales que se incluyen, vamos a ver cuáles son todas las partes de una nómina explicadas de forma específica.

Encabezamiento

Es el primer apartado y en él se recoge toda la información de la empresa. Es imprescindible que aparezcan la razón social o el nombre, la dirección y el número de la Seguridad Social. Asimismo, deben constar los datos del empleado: 

  • Nombre y apellidos.
  • Número de afiliado/a a la Seguridad Social.
  • Categoría profesional. Hace referencia al tipo de trabajo que desarrolla el trabajador, pero variará en función de la formación académica.
  • Las características del puesto de trabajo. Se describen las tareas que el empleado lleva a cabo en la empresa.
  • Antigüedad. Es importante para concretar cuáles son los pagos por antigüedad, si el trabajador asciende de puesto o debe recibir alguna indemnización.

Devengos

Se denominan así los pagos extra que el empleado cobra por conceptos diversos. Hay dos tipos principales: los que cotizan a la Seguridad Social (se abonan ya con el descuento correspondiente) y los que no exigen cotización (se cobra el 100 %).

Recuerda que el salario base está fijado, dependiendo de la categoría profesional, por el convenio correspondiente. La diferencia de sueldo entre dos empleados tiene su origen en los complementos salariales que se clasifican de la siguiente manera:

  • Relativos a las condiciones como empleado/a. Se valoran los años en la empresa, la formación y otros aspectos que la empresa quiera considerar.
  • Relacionados con el puesto. Especialmente, cuando se trata de un extra por peligrosidad, nocturnidad o responsabilidad concreta.
  • Por la cantidad o la calidad del trabajo. Son, entre otros, los incentivos por productividad, por alcanzar los objetivos previstos o las horas extra.
  • Los de vencimiento periódico que superan el mes. Se incluyen las participaciones en los beneficios de la empresa y las pagas extra.
  • Los pagos en especie son ayudas diversas y tipificadas debidamente.

La empresa también tiene que incluir en los devengos las percepciones asistenciales y su acción social. Ambos cotizan a la Seguridad Social y consisten en ayudas por cada hijos, permisos por boda o becas de comedor entre otros.

No cotizan a la Seguridad Social las dietas, el gasto de movilidad y la compensación por traslado a otro lugar de trabajo. Todo ello se incluye en el grupo de percepción no salarial.

Tras sumarse todas las cantidades arriba expuestas en el salario base se obtiene la cifra final. Aparece siempre en la nómina en la casilla «total devengado».

Deducciones

Del total hay que descontar las cantidades que se destinan al pago de impuestos. En nuestro país el cálculo se realiza así:

  • Descontando un 15 % de la cantidad total para el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
  • Cobrando al empleado tres euros por cada hora trabajada como cotización a la Seguridad Social (la empresa paga cinco por cada hora).

Líquido a percibir

Es aquí donde el trabajador puede ver el salario neto a percibir con los descuentos realizados y con los extras correspondientes. El pago se puede hacer por transferencia bancaria o a través de un cheque a nombre del trabajador, dependiendo de cada negocio.

Bases de cotización

Este es el salario en bruto que recibe el empleado. Se valoran las horas extra, el prorrateo de las pagas extra, las vacaciones pagadas y las que no se han disfrutado. Si se trata de un empleado por cuenta ajena del Régimen General, se aclara el porcentaje que debe abonar a la Seguridad Social. Como antes comprobaste, son ocho euros en total por hora trabajada que la empresa ingresa por cada trabajador.

No se incluyen en la base los abonos no cotizables. El cálculo de la base es indispensable para saber el salario a percibir en el momento de la jubilación. De hecho, del dinero que abona el empleado, la parte proporcional la conserva la Seguridad Social para devolverla en la pensión, periodos d baja o invalidez.

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Y, ¿qué es lo que aprenderás con nuestro máster? Estas son las principales áreas de estudio en las que vas a profundizar:

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  • En qué consiste la negociación colectiva.
  • Cómo funciona el sistema de la Seguridad Social y el régimen general.
  • La gestión de nóminas y cotizaciones a la Seguridad Social.
  • La acción protectora de la Seguridad Social para los trabajadores.
  • La redacción del finiquito de un/a empleado/a.
  • Contratos: relaciones laboral y modalidades de contratación.
  • La suspensión y extinción del contrato de trabajo con especial mención a los motivos que llevan a esta situación.
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